Avanza más rápido alquilando mi cerebro 🧠
Cuando nació mi hija, solicité la ayuda del Estado de baja por paternidad, que en ese momento era de 12 semanas.
Durante ese periodo se suponía que el Estado me tenía que pagar lo equivalente a mi base de cotización por ser autónomo y además, no tendría que pagar el “sablazo” de seguro social durante esas 12 semanas.
Teniendo en cuenta que un par de años antes no te daban ni las gracias por traer una criatura al mundo, esta ayuda era un “pelotazo”.
Pasó el primer mes de mi baja y tal y como me prometieron, recibí mi primer pago y no me cobraron la cuota de autónomo.
Se me saltaron hasta las lágrimas de ver que por una santa vez, cumplían con lo prometido.
Todo pintaba de lujo. Hasta que….
Pues eso, hasta que llegó el becario y tocó donde no era 🤦🏻♂️
¿Recuerdas lo que te dije de que no tendría que pagar la cuota de seguro social?
Pues al siguiente mes, no solo la pagué sino que encima me cobraron un recargo por impago.
Estos son los momentos que hacen que me acuerde de lo bonita que es Andorra y de porqué la gente se va a vivir allí.
En fin… Imagínate la gracia que me hizo.
Llegado a ese punto, tenía dos opciones:
- Olvidarme de ello. Dar por perdido el dinero y enfocarme en otra cosa.
- Buscar a alguien acostumbrado a tratar con “la mafia” de la TGSS. Y que se encargase de reclamar ese dinero antes de que mi hija fuese a la universidad.
Era la primera vez en mi vida laboral que solicitaba una ayuda al Estado y después de tantos años alimentando a la bestia con mis impuestos, no estaba dispuesto a regalarles un solo euro más.
Así que al día siguiente contacté con mi gestor y le dije; “tenemos que hacer algo con esto”.
Dos días después ya se había encargado de enviar la reclamación a la TGSS y al mes siguiente, mi dinero estaba de vuelta en la cuenta.
Lo único que tuve que hacer fue firmar un documento, que creo que me llevó no más de 10 segundos.
¿Podría haberme encargado yo y ahorrarme la factura del gestor?
Probablemente si. Pero en finanzas existe un principio llamado “coste de oportunidad”, que muy resumidamente viene a decir que si hubiese dedicado mi tiempo a tramitar esa movida (y ya te digo yo que no hubieran sido 2 días), seguramente me hubiese sido mucho más rentable invertir ese tiempo en mi trabajo.
Si no controlas de algo, mejor pregunta o contrata a alguien que si sepa.
Así que si…
❌ Estás “atascado” con algún aspecto técnico de tu tienda online
❌ Tienes una idea de negocio en mente, pero necesitas de alguien con experiencia que te ayude a validarla para lanzarte a por ello.
❌ Necesitas montar el próximo Airbnb con un WooCommerce, pero no tienes ni idea de cómo hacerlo.
❌ O simplemente conocer nuevas estrategias y técnicas para mejorar las conversiones con tu tienda online y vender más.
Puedes alquilar mi coco durante unas horas para desbloquear tu situación y pisar el acelerador en tu proyecto.
Tú enfócate en lo que controlas y yo me encargo del resto.
No lo digo yo, lo dicen ellos.
OK, ¿cómo funciona esta movida?
Muy sencillo. Solo tienes que seguir estos pasos:
- Selecciona en el calendario que verás debajo, el día y la hora a la que te venga bien para reunirnos. Si no te encaja ningún horario, no te preocupes, elige uno cualquiera y después podremos cambiarlo para adaptarlo a tu calendario. (La sesión será de 1 hora y media)
- Una vez realizado el pago, tendrás que enviarme un listado de los temas que quieras tratar para que yo pueda prepararme la sesión e ir al grano.
- Recibirás un email con las indicaciones para nuestra videoconferencia.
- La sesión se quedará grabada y te la enviaré al día siguiente para que puedas verla las veces que desees.
La tarifa es de 145€ (impuestos ya incluidos) e incluye la sesión de consultoría de hora y media, más la preparación de la sesión, más la grabación.
Si te arrepientes (todos tenemos un mal día), siempre puedes solicitar la devolución antes de la sesión. Riesgo cero para ti.
Y si. Hago factura.
La tarifa fue actualizada el día 23 de noviembre de 2020 y estará sujeta a posibles modificaciones (subida de precio) en función de la demanda.